viernes, 24 de febrero de 2017

ACTIVIDAD BLOQUE 1: Lenguaje, lengua y comunicación oral



INTRODUCCIÓN

Llevar a cabo debates en nuestra futura aula, puede ser muy beneficioso para mejorar la habilidad de comunicación oral de los niños. El objetivo principal de un debate en un aula de primaria, debe ser la participación de los alumnos en igualdad de condiciones. Para ello, previamente como maestros, debemos hacer una preparación del debate para poder ejecutarlo de la mejor manera posible y ser conscientes de la variedad de temas que pueden salir del principal.


TEMA

He pensado en enfocar el debate a niños de 5º de primaria con un tema que se discute considerablemente hoy en día, que es el de "deberes o no deberes". La idea con este debate es que todos los niños se sientan integrados, ya que es un tema que ellos mismos incluyen en sus vidas diarias. Al ser un tema que está relacionado con el colegio, ellos también pueden llegar a sentirse útiles en sus aportaciones para el grupo, intentando con sus razonamientos convencer al resto.

La idea con este debate es crear dos ideas contrapuestas en el grupo de clase. En un lado nos encontraríamos al grupo de niños que está a favor de los deberes, otro grupo de niños defendería el que no se esté a favor de los deberes y por último un tercer grupo en el que los niños puedan dar sus propias opiniones incluso dejándose llevar por la defensa de los otros grupos y darles la libertad de que se sitúen en el grupo que estén más de acuerdo.


PREPARACIÓN

Es muy importante que antes de llevar a cabo un debate con nuestra clase creemos un buen ambiente en el que los alumnos puedan sentirse cómodos. La disposición de la clase se pondrá en forma de "U" o en forma de círculo ya sea en las sillas o en el mismo suelo para transmitir una imagen de igualdad al grupo; es decir, todos podrán opinar y participar en las mismas condiciones.

El papel de moderador queda desde un primer momento en manos del profesor, que es el que debe dar paso al turno de palabra de cada uno de los alumnos y estar pendiente de que las normas impuestas son respetadas.

Por otra parte hay que tener en cuenta que podemos encontrarnos con dos tipos de niños en cualquiera de nuestras aulas y tenemos que estar preparados para ello. Por un lado podemos tener un niño muy tímido en nuestra clase que le cueste participar y por otra parte un niños que no sabe respetar las normas y quiera dar su punto de vista continuamente, incluso sin respetar el turno de palabra. Habría que poner algún tipo de solución a este problema considerando los dos extremos e ir mejorándolos con el paso del tiempo.

Con el niño que es más tímido, habría que motivarle de una manera más cercana para convencerle que dar su opinión y dar sus propios argumentos y aportaciones serán igual de importantes que la del resto de compañeros y es importante hacérselo saber en todo momento y más cuando lo haga insistiendo que son buenas ideas. En el caso de que este niño no quiera participar no se le obligaría en ningún momento a hacerlo, ya que el objetivo de comunicarse de forma oral en público no debe verse como un miedo a exponerse frente a los demás ni por miedo a equivocarse.

En cuanto al niño que es más inquieto, tendríamos que advertirle también de una manera más personal, convenciéndole que es importante que se respeten las normas y que tendrá como todos los demás su turno de palabra. Insistirle en que debe tener cuidado para no interrumpir a sus compañeros, porque ellos también quieren expresarse y tienen el mismo derecho de ser respetados. En ningún momento debemos considerar al niño como una persona imposible de educar, ante este caso debemos ser más pacientes actuando de forma tranquila y que él no nos encuentre tensos ante la situación.

Siempre vienen bien tener unas preguntas de andamiaje que pueden servirnos de ayuda por si el debate no se produce de manera fluida. Para comenzar y durante este debate se podrían incluir las siguientes preguntas.

   ¿Por qué estáis a favor de los deberes?

   ¿Por qué estáis en contra de los deberes?

   ¿Podríamos llevar una asignatura como matemáticas al día sin tener deberes?

   ¿Nos sentiríamos igual de preparados en un control?

   ¿Nos quitan mucho tiempo los deberes?

   ¿En qué aprovecharíamos las tardes?

   ¿De qué manera estudiaríamos o practicaríamos de otra manera las asignaturas sin deberes?



Normas

   Respetar el turno de palabra
   Solo hablará una persona 
   Todos deberán de estar atentos
   Evitar subidas de tono
   Respetar las opiniones de los demás
   Estamos defendiendo ideas y no por ello ofendemos a nadie




EL DEBATE

Después de tener creado un ambiente, una preparación previa y unas normas es hora de llevar el debate al aula. En primer lugar se propondría a los niños el tema y se les dejaría claro que se trata de dos ideas contrapuestas en las que se deben situar en una de ellas aunque no estén de acuerdo, ya que el objetivo de este debate, es que puedan ponerse en uno de los roles. Por lo tanto quedarían dos grupos formados en la clase y dejaríamos un tercero que podrían actuar como público o jueces del debate, dando sus propias opiniones, sin basarse en una idea que se les ha impuesto y posicionándose con el grupo que estén a favor.

Antes de comenzar el debate, se dejará un tiempo a cada grupo para que vayan apuntando ideas de lo que se expondrán y que es lo que quieren defender. El tercer grupo que consideramos como público, se reunirán al igual que el resto y comentaran las opiniones personales que tienen desde un principio y que aspectos van a tener en cuenta para valorar la defensa de los dos grupos.





EVALUACIÓN

La mejor manera de evaluar un debate en el aula es mediante una hoja de rúbricas considerando que es mejor que sean los propios alumnos los que se evalúen. Y evaluar al otro grupo en su conjunto


MAL
REGULAR
BIEN
Participación



Expresión oral



Respeto de normas



Escuchar a los compañeros 






CONCLUSIÓN

Muchas veces hemos llegado a debatir en una clase de algún tema y deberíamos de darle más importancia de la que se da y llevarlo más a menudo al aula, porque gracias a los debates podemos llegar a conocer más a los niños, la variedad de opiniones que hay y sobre todo, aprender muchas cuestiones, gracias a las mismas.


Por lo tanto hacer debates o diálogos en nuestra futura clase podría conseguir que conociésemos a los niños de una manera diferente y podamos saber que diferentes maneras tienen de opinar, además de hacer una clase entretenida y muy amena, en la que cada uno de ellos se sienta integrado, siempre que elijamos un tema adecuado dando aportaciones y opiniones personales.

6 comentarios:

  1. Hola señorita! 😃
    Me ha gustado mucho tu entrada y es por eso por lo que te voy a dar la enhorabuena, de hecho, te estoy comentando porque tu introducción me conquistó, me ha parecido de lo más madura y real que me he dicho "pues vamos a seguir leyendo".
    Me parece muy distinto, novedoso, la idea de crear 3 grupos para el debate, dos grupos a cuyos alumnos les toca defender la idea que sea, la apoyen o no, y otro en el que de verdad expresen lo que sienten. Es un reto como maestra, porque esto puede dar lugar a enfados de "por qué ellos pueden decir lo que de verdad piensan y yo no", pero también sé que si lo organizas bien puede salir un debate interesante.
    Decirte que en el tercer párrafo de "preparación", has puesto "niños" refiriéndote a uno solo...vamos, que quites la "s" jajajaja
    Cuando hablas del niño tímido, relee ese párrafo porque me sobra alguna "y" de las que has puesto.
    "Siempre VIENEN bien tener unas preguntas de andamiaje...", ese vienen es un "viene"
    Respecto a la evaluación, profundizaría un pelin más...¿se auto evalúan los alumnos?¿cómo?¿los dos casos especiales cómo se evalúan?
    Repasa lo que te he dicho y te quedará una entrada chachi pistachi ^^

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  2. Buenas Rebe,

    ¿Cómo estás?

    Me ha gustado muchísimo tu entrada y por esta te felicito.
    Creo que has realizado una buena entrada, pero te has dejado un par de cositas que pienso que harían que tu actividad fuese perfecta.

    Primero, comentaría el tema que has elegido en relación con los criterios psicopedagógicos que podemos encontrar en los niños de 10 o 11 años.

    Me parece muy original, la idea de crear tres grupos y dejarles un tiempo para que reflexionen conjuntamente sus ideas.

    Tomó nota de cómo afrontas los dos casos de los niños con dificultades, tanto el niño que le cuesta participar como el niño que interrumpe constantemente.

    Por último, para las preguntas de andamiaje se me ocurre que podrías plantear una situación como por ejemplo: "Si nos ponen deberes y nos dejan tiempo para hacerlo en clase, ¿aprovecharías el tiempo en el aula para en casa poder jugar o lo dejarías para casa?"

    También pienso que al final debate podrías exponer tu opinión sobre si eres partícipe de los deberes o no.

    Si mejoras esta cuestión y lo que te ha dicho María, seguro que te queda genial la actividad.

    Nos vemos mañana.

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  3. No veo muy claro lo del tercer grupo... me parece un tema lo suficientemente cercano a los niños como para que tengan su propia postura y no se vayan a dejar convencer por los argumentos de otros. Pero bueno, no veo que haya problema si pueden participar en igualdad de condiciones que los demás y no son mero público.

    Las reuniones previas en pequeño grupo, están bien si en el debate van a participar solo los portavoces. Si no es así, lo lógico es que no se preparen las respuestas y que cada miembro de una opción se sienta libre de levantar la mano y plantear un motivo que no haya salido aún.

    Para que realmente sea una actividad de diálogo en gran grupo y no una simple sucesión de argumentaciones individuales, debes asegurarte de que cada motivo que se dé (a favor o en contra), sea comentado, discutido, completado... entre toda la clase hasta que se agote, antes de pasar a introducir un motivo nuevo. De esta forma, no hay solo emisores individuales y sucesivos de un "equipo" o de otro, sino verdadero diálogo social. Déjalo claro en tu actividad porque puede parecer una pequeñez, pero es lo que diferencia un tipo de acto comunicativo de otro.

    La tabla de autoevaluación (que no es una rúbrica porque no se definen los niveles de consecución), tiene que recoger, de forma separada, algunas cuestiones claves de la expresión oral (volumen, pronunciación-vocalización, buena elección de palabras...) y debes usar estructuras como:
    - Participo en las comunicaciones grupales.
    - Utilizo un volumen adecuado.

    y debes usar como criterios siempre-a veces-nunca.

    No procede evaluar al otro grupo en su conjunto. Habrá niños que participen y otros que no; habrá quienes utilicen bien la expresión oral y otros que no...

    Tú también tienes que tener una hoja de evaluación o una rúbrica preparada para evaluar a tus alumnos. Es imprescindible que vayas documentando su evolución.

    Incluye, además, una breve retroalimentación (oral y pública) para cada niño. Un punto débil para mejorar (solo uno cada vez) y un punto fuerte para reforzar y felicitar (uno solo también). De esta forma, ninguno se siente mal. Aunque los niños se autoevalúen, necesitan saber qué hacen bien y qué deben mejorar desde una perspectiva externa.

    Y, para ser del todo justa, pregunta también a los niños sobre la organización y desarrollo de la actividad para que te ayuden a autoevaluarte.

    Si revisas y completas estas cuestiones, tu actividad será perfecta.

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